sábado, 14 de junio de 2008

De cigarrillos y perros


El fumador es poco menos que un apestado: Una suerte de sicópata que va envenenado a los que le rodean; un sociópata que se empeña en autodestruirse con una de las pocas drogas legales que quedan (por supuesto, sólo es el culpable, el hecho de que el estado no prohiba la venta de tabaco y esté recibiendo sustanciosos beneficios de la misma, no cuenta). Los que te rodean se pasaran el tiempo sermoneando, explicándote el dinero que te puedes ahorrar si dejas de fumar (mientras ellos se dejan medio sueldo en los bares), lo que ganarías en salud (mientras ponen su coche en marcha apuntando el tubo de escape a tu cara)...

El propietario de perro es un apestado total: Pese a los más que demostrados beneficios que supone el convivir con un perro; la persona a la que no le gustan los perros está en el derecho de insultar al compañero del mejor amigo del hombre sin venir a cuanto, acusándole de ensuciar las calles (da igual que en ese momento estés sacando del bolsillo la bolsita negra para recojer las caquitas), de contagiar quien sabe que extrañas enfermedades (da igual que cumplas rigurosamente con las vacunas de desparasitación, vacunación, y además te ocupes de poner vacunas extra), y de agresión y casi casi asesinato (¿te imaginas que yo grite al primer tipo que se me cruce y le acuse de pederasta y de maltratador?); además, están capacitados para juzgar tu vida privada y opinar que si tienes hijos para qué quieres un perro, o para decirte que en lugar de adoptar un perro, adoptes un niño, que hay muchos que se están muriendo de hambre (por Dios, llevo 14 años combinando hijo y perro; ¿alguien me puede decir en que se parecen? Juraría yo que las responsabilidades, el trato, etc.. no tienen nada que ver, pero igual es que me equivoco ya a los niños hay que tratarlos como perros - o viceversa.-). Eso sin contar que, comparados con el resto de Europa occidental, este país es tercermundista en la cuestión de acceso de animales domésticos a lugares públicos y de la protección de los mismos.

En fin, Yoli, Ana, Davi, Guiller, Fernando, Jorge... que no sabéis la vida que os espera siendo fumadores con perro...

7 Han entrado en la cochiquera:

Stultifer dijo...

Mira el BLOG DEL DÍA dedicado a EPOC y tabaquismo. Otro día buscaré uno sobre los canes. Saludos

Raquel DeGamonal dijo...

Gracias. Seguro que sobre perros no encuentras nada tan fatalista. Los efectos "nocivos" de los perros, son mínimos, y el 99% de las veces el responsable no es el perro.

manzacosas dijo...

Hola. Pico y entro al trapo. sobre los perros... pues que quien tiene un perro tiene un compañero, y quien quiere y respeta a un perro sabe querer y respetar a los demás.

Sobre el tabaco. He sio un gran fumador y les entiendo. Que hagan lo que quieran porque son libres pero, eso sí, sin imponer su tabaquismo a los demás en sitios cerrados, léase bares, tabernas, etc.

Vaya, hasta me ha salido serio cuandolo mío es la chufla. Qué le vamos a hacer. Un saludo. Manzacosas

Raquel DeGamonal dijo...

Si a mi lo único que me fastidia es que a estas alturas de mi vida me intente dar lecciones gente que no me conoce de nada.

Macacolandia dijo...

Vivimos en una sociedad de envidias y amarguras y a la gente no le gusta ver a otra gente feliz fumando un cigarro después de una buena comida o tomando un café.

Más allá de la salud del projimo (que en miles de ocasiones demostramos que nos importa un carajo, solo nos preocupa cuando de fumadores se trata) está el creerse que sus vicios son más sanos que los de los fumadores y que hacen menos daño a terceros.

Si la cuestión no es el fumar o no fumar, si la cuestión es el respeto y la educación por las dos partes.


Respecto a los perros tienes toda la razón, la gente confunde a un niño con un perro.

Los perros no son niños peludos con cuatro patas. Los perros son animales y los niños personas (aunque la mayor parte de las veces parezca al reves).

La gran diferencia entre el dueño de un perro y el dueño de un niño es que cuando el perro está en la calle y ensucia con su caquita el dueño lo debe recoger y limpiar y si no es así se le pide casi la pena de muerte. En cambio si el que ensucia las calles es un niño (primero con envoltorios varios y más adelante por medio de firmas en las paredes) a los "dueños" de estos (también llamados padres)apenas se les recrimina el comportamiento de su hijo y mucho menos se les manda recoger las mierdas que va soltando su hijo por que simplemente sigue unas pautas con las que ha sido educado.

Que agusto me he quedado...

Raquel DeGamonal dijo...

Pero que bien te explicas, Macaco. Gracias por la visita y el comentario.

Anónimo dijo...

SOY YO
Fumar es muy malo, y tener un perro ni te cuento!!!!