Hay una ley no escrita que impide al ser humano comerse algo que tenga nombre propio. Por eso no nos comemos a nuestro perro, no asamos al horno a nuestro periquito, no hacemos una sopa exótica con nuestra tortuga ni ponemos a nuestra carpa en una besuguera.
Estoy convencida que esa misma ley no escrita la que impide que algunos padres se zampen a sus hijos.
domingo, 7 de diciembre de 2008
Niños
El cocho Raquel DeGamonal en 15:59
Etiquetas: Como la vida misma
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 Han entrado en la cochiquera:
SOY YO
Y por eso luego nos arrepentimos..... si es que no habria que poneles nombre, jeje
SOY YO
Y por eso luego nos arrepentimos..... si es que no habria que poneles nombre, jeje
SOY YO
Y por eso luego nos arrepentimos..... si es que no habria que poneles nombre, jeje
SOY YO
Y por eso luego nos arrepentimos..... si es que no habria que poneles nombre, jeje
SOY YO
Ups, perdon pero como no respondia yo venga a darle a Publicar :S
Publicar un comentario